El cajón de los calcetines

-¿Crees que lo encontraré algún día?


- Claro, seguro que lo tienes delante de tus narices y no lo ves.

- ¡Si fuera así seguro que me daría cuenta!

- La mayor parte de las veces pasa eso, y nadie se da cuenta. Tendemos a mirar lo que tenemos más lejos, sin fijarnos en lo que tenemos delante, miopía, pero esta no se arregla con unas gafas.

- Entonces, yo, ¿tengo eso?

- Puede ser, si lo tienes te darás cuenta, cuando dejes de buscarlo aparecerá en un zapato, debajo del sofá... donde menos lo esperes.

- Pero si dejo de buscar y no aparece, lo perderé para siempre.

- Tranquilo todo acaba apareciendo y si no es así, siempre encuentras algo que lo sustituye.

- Aun así, ¿me ayudas a buscarlo?

- ¡Claro!

Buscaron toda la noche y parte del día siguiente, pero apareció un año después, en el cajón de los calcetines, cada vez que algo desaparece es en el primer sitio en el que miran, pero solo aparecen allí cuando dejan de buscarlo.